El BOE del pasado 28 de Noviembre publica los textos definitivos de las Leyes que reforman las principales figuras fiscales del sistema impositivo español.

Con esta publicación, culmina el proceso de Reforma fiscal, si bien aun queda pendiente la reforma de la Ley General Tributaria.

La mayor parte de las medidas que incorpora la nueva normativa entrarán en vigor a partir del próximo 1 de Enero de 2015 por lo que conviene asesorarse bien de sus implicaciones concretas a cada contribuyente.

– Las normas que se han publicado afectan a los siguientes impuestos:

  1. Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) e Impuesto sobre la Renta de No Residentes.
  2. Impuesto sobre Sociedades, (IS).
  3. En el ámbito de los llamados impuestos indirectos,  destacan las modificaciones en el Impuesto sobre el Valor Añadido y en el Régimen Económico Fiscal de Canarias.

– Recordemos que la Comisión de Expertos para la Reforma del Sistema Tributario Español se constituyó por acuerdo del Consejo de Ministros, con el cometido de elaborar una propuesta de reforma que permitiera contribuir a la consolidación fiscal del país así como a la recuperación económica de España y, en concreto, a la creación de empleo.

Bajo dichas premisas y como resultado de su trabajo, la Comisión de Expertos entregó el conocido  “Informe Lagares” al Gobierno, el pasado 13 de marzo de 2014, que ha sido el inspirador de la Reforma.

– Dos de los principales pilares del sistema tributario español, el IRPF y el IS, han mantenido su estructura básica.

En el ámbito del IRPF, se ha publicitado una reducción generalizada de la carga impositiva soportada por los contribuyentes, en especial, para los perceptores de los rendimientos del trabajo o de actividades económicas de renta más baja.

Asimismo, se ha reducido el tipo de gravamen general del IS, del 30 al 25 por ciento, con el objetivo de favorecer el incremento de la competitividad económica.

– A pesar de las buenas intenciones de la Reforma, no debemos olvidar que mantiene como objetivo la necesidad de reforzar la lucha contra el fraude fiscal.

Además, algunas de las medidas suponen un reducción de  incentivos fiscales que disminuían la tributación de algunas operaciones. Todo ello, en un contexto de volver a situar el IS como elemento clave en su contribución al sostenimiento de las cargas públicas, tras la excepcional crisis recaudatoria que ha sufrido en los últimos años.

Como conclusión, creemos que puede ser una buena oportunidad para conseguir pagar menos impuestos, siempre que contemos con una buena planificación y un buen asesoramiento.


Publicado el 12-2014 por PBS